¿Qué es el vaginismo?
El vaginismo es una disfunción sexual que consiste en una contracción involuntaria de la musculatura de la vagina que dificulta o hace imposible el coito.
La mujer no percibe esta contracción muscular como dolorosa ni siente cuando se produce, por lo que no se da cuenta de la misma. Lo que si percibe es la dificultad o imposibilidad para introducir algo en la vagina, como si hubiera una barrera que imposibilitara la penetración. Incluso algunas mujeres han llegado a pensar que no poseen apertura vaginal.
Las personas que sufren vaginismo pueden gozar de los juegos sexuales y alcanzar el orgasmo ya que su respuesta sexual no está afectada. Será en el momento en que se intente la penetración, donde habrá dificultades.
Durante la relación sexual, los músculos que rodean a la vagina suelen relajarse para facilitar la entrada del pene. Pero cuando se padece vaginismo, sucede lo contrario, se produce un espasmo de estos músculos, que cierra total o parcialmente la apertura de la vagina. La intensidad de este reflejo puede ser muy diversa, en algunos casos el espasmo es leve, aumentando en intensidad hasta llegar a la completa oclusión de la vagina. Así en los primeros casos puede incluso permitir la introducción de un dedo o haber penetración del pene pero con dificultades; en cambio en el segundo caso la penetración se hace imposible.
Se calcula que en la población española hay una prevalencia del vaginismo entorno al 5%, porcentaje que aumenta en mujeres premenopáusicas y menopáusicas. Es una disfunción por la que la mujer que lo padece suele tardar en pedir ayuda, y cuando lo hace es porque desea tener hijos o porque afecta a la relación de pareja.
¿Cuáles son los síntomas del vaginismo?
Están relacionados con la intensidad de la disfunción, con sensaciones de ardor cuando el vaginismo es leve e imposibilidad de penetración cuando es severo:
- Picor y ardor en la penetración
- Dificultad o imposibilidad de penetración o con dolor al penetrar e incomodidad al insertar el pene
- Matrimonio no consumado, cuando nunca han podido realizar una penetración
- Dificultades en las revisiones ginecológicas/pélvicas o poder insertar un tampón
- Evitación del sexo por miedo al dolor/fracaso
Tipos de vaginismo
El vaginismo puede aparecer en cualquier edad y momento de la vida de la mujer. Y podemos clasificarlo en dos modalidades:
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Vaginismo primario
Se refiere al vaginismo que se percibe en la primera experiencia de penetración y relación sexual. Suele descubrirse cuando la mujer intenta colocarse tampones, tener relaciones sexuales o en la revisión ginecológica. A menudo muchas mujeres no se percatan que sufren vaginismo hasta la primera relación sexual con penetración vaginal.
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Vaginismo secundario
Se produce en aquellas mujeres que previamente han conseguido una penetración vaginal con normalidad, y después de padecer algún problema pélvico temporal (infecciones vaginales, urinarias, traumatismos o tumores pélvicos, traumas durante el parto, cirugía ginecológica, cambios hormonales y menopausia, resequedad vaginal, etc.) o por causas psicológicas, aparecen los problemas de vaginismo.
Causas del vaginismo
Las causas del vaginismo pueden ser psicológicas y físicas.
Causas psicológicas
Habitualmente las causas psicológicas se encuentran en la mayoría de los problemas de vaginismo. Cuando la mujer por diversos motivos asocia la penetración con un peligro o miedo, suele aparecer el vaginismo como una respuesta de contracción involuntaria de la vagina.
Algunas situaciones que pueden desencadenarlo son:
- Cuando tenemos el coito asociado al dolor, ya sea por desconocimiento de la anatomía sexual de la mujer, y tenemos ideas negativas o temores relacionados con la penetración. Por temor de no estar completamente recuperadas de un trauma pélvico (desgarre, intervención quirúrgica)
- Cuando hemos vivido anteriormente experiencias sexuales negativas. Vivencias traumáticas o malas experiencias nos predispone a sentir desconfianza o incluso miedo en las próximas relaciones sexuales (parejas muy bruscas en la penetración, abuso sexual/emocional pasados, etc.)
- Cuando hemos recibido una educación sexual restrictiva, considerando el sexo como algo sucio y pecaminoso. Pudiendo los sentimientos de culpa afectar tanto a la ejecución sexual como vivirlo como una experiencia no placentera
- Cuando existen problemas de ansiedad o estrés. Pudiendo aparecer en mujeres muy ansiosas, cuando aparecen presiones por el desempeño sexual, cuando hay negatividad hacia el sexo o incluso aversión al sexo, o abusos sexuales en la infancia
- Cuando existen problemas de relación con la pareja. Esta falta de sintonía con la pareja puede exteriorizarse, aunque de forma inconsciente, en una barrera hacia la pareja
Causas físicas
Las causas físicas son poco frecuentes en esta disfunción sexual, pero existen algunas. Y aunque a menudo estas pueden ser causas de aparición, pronto el problema de vaginismo persiste a pesar de la resolución de la causa física, siendo a partir de este momento el temor y el factor psicológico que mantiene el vaginismo.
Algunas causas orgánicas son:
- Intervenciones pélvicas o lesiones después del parto (desgarros, cicatrices, etc.)
- Padecimientos médicos, como infecciones urinarias, enfermedades de transmisión sexual, endometriosis, tumores pélvicos o genitales, dolencias que puedan suponer inflamación, verrugas, quistes en la zona pélvica, eczemas, psoriasis, etc.
- Cambios relacionados con la edad, relacionados con la menopausia con la disminución de la lubricación y cambios funcionales vaginales
- Medicamentos, que pueden provocar una inadecuada lubricación vaginal, o el material de determinados materiales anticonceptivos puede ocasionar alergias
- Tener un himen rígido e inflexible o trastornos relacionados con los músculos pelvianos, que dificultan la inserción del pene
También algunas veces sucede que el vaginismo no presenta una causa obvia y no se encuentra la raíz del problema. Pero aunque es de utilidad conocer sus causas, su resolución con tratamiento pude resultar exitosa igualmente.
¿Cómo afecta el vaginismo a la relación de pareja?
El vaginismo puede presentarse aunque la mujer responda de manera adecuada a la excitación sexual y disfrute del juego sexual. El problema se centra en las dificultades de realizar el coito, que con frecuencia frustran a la mujer e le impiden disfrutar de él.
Las reacciones por parte la pareja frente al vaginismo son variadas, desde los que se acomodan de forma satisfactoria a los juegos de la mujer, sin intentos repentinos de penetración, con lo cual la actividad sexual se vive de forma placentera aunque con cierta frustración por las limitaciones existentes, hasta aquellos que creen que su forma de actuar es la responsable del dolor de la mujer, adoptando una postura pasiva y de inhibición o incluso aparecen problemas de erección en el hombre. Otros en cambio consideran que la mujer intenta boicotear la relación sexual “poniéndose tensas”, lo que facilita el deterioro de la relación.
Cuando el vaginismo no es tratado y afecta a la pareja semanas, meses o años, en la pareja aumenta la frustración y la relación puede sufrir demasiada presión. El hombre se siente impotente y sin saber qué hacer. En estas circunstancias pueden experimentar sentimientos como:
- Enojo – Con la situación, con la mujer cuando ignora sus insinuaciones sexuales, con la gente que tiene sexo sin estas dificultades, enojo en general.
- Rechazo – Al no poder tener una relación sexual completa o que la pareja las rehúya, el hombre se siente rechazado, no apreciado, no querido
- Frustración – Con no saber qué hacer en esta situación, y no sentirse realizado en la relación sexual por no finalizar en el coito
- Culpabilidad – Al pensar si ha hecho algo mal, de que las relaciones sexuales resultan dolorosas para ella. De sentir deseo y ganas de intimidad con la mujer, sabiendo que ella no lo pasara bien
- Temor y confusión – Temor de que esto no tenga solución y vivir siempre con estos sentimientos negativos. Se sientes confusos de cómo han llegado hasta aquí y cómo será el futuro que les espera
- Distanciamiento – Cuando el hombre no se siente valorado, apreciado, querido puede distanciarse de su pareja, pasar más tiempo en el trabajo o con sus amigos
En algunos casos, los hombres reprimen sus emociones, niegan su enojo, frustración, etc. Sienten que no pueden hablar con nadie de esta situación por no lastimar a su pareja, pero esto les genera resentimiento y tristeza por su pareja y por sí mismos.
Es importante que el hombre entienda que el vaginismo no es algo que la mujer haga intencionadamente para evitar el sexo. La contracción de la vagina es inconsciente e involuntaria, es decir, sucede sin el control ni la intención de la mujer. Una prueba, como tocar la parte exterior de la vagina con un dedo u objeto similar pondrá en evidencia la respuesta automática de este espasmo vaginal.
Lamentablemente muchas pareja dejan de mantener relaciones sexuales debido al dolor y frustración que les generan los intentos fallidos de coito. Esto genera conflictos de pareja, perdida de comunicación o incluso pueden dormir en camas separadas.
Buscar ayuda profesional lo más pronto posible ayudara a resolver el vaginismo, restaurar la relación e incluso el hecho de superar el problema juntos puede profundizar y fortalecer la relación de pareja.
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